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¿Es posible la unión entre la moral y la política?

En un interesante libro titulado «La política desde la Ética«, coordinado por Enrique Bonete Perales, se aborda la cuestión de si es posible unir la moral (o ética) con la práctica de la acción política.

Durante la Introducción de este libro se realiza un recorrido histórico acerca de cómo han entendido esta unión filósofos de todos los tiempo. En esta entrada de Blog haremos un pequeño resumen de estas relaciones.

Objetivos y definiciones de términos en este capítulo

En el punto 1 de este capítulo de Introducción, Eduardo Bonete analiza las distintas concepciones que ha habido a lo largo de la historia de la filosofía, sobre las relaciones entre ética (o moral) y política. El autor entiende por política el comportamiento de los sujetos que toman decisiones por y para una colectividad determinada. Por lo tanto, para él la política es una actividad esencialmente humana. Por ética entiende los posibles criterios morales de decisión en política. Sería como una especie de código moral que se espera que cumplan los políticos.

Moral y política en la Europa moderna
Política moral: Cómo piensan progresistas y conservadores
Kant: entre la moral y la política

Mundo clásico y medieval

En la Grecia antigua no existía una concepción de un Dios personal que limitara el uso, a través de leyes morales, del poder político. Sin embargo, en esta época se abordó el problema de qué hacer cuando ciertas leyes humanas negaban o contradecían las no escritas. En este caso, algunos autores clásicos consideraban que estas leyes no debían ser obedecidas. Además, en la antigua Grecia no se planteaba expresamente la distinción entre ética y política. El hombre era una zoon politikón (animal político) y tanto el bien del individuo como el de la ciudad se debían realizar desde la razón.  

En el mundo cristiano medieval, la ley de Dios era el referente moral de la vida política. Para el político era necesario conocer la dimensión moral de la política y los gobernantes debían reunir determinadas virtudes morales: no ser soberbio, ni avaro, ni adúltero, etc.

Renacimiento

Durante el Renacimiento, Maquiavelo propuso un nuevo paradigma mediante el cual la política debería estar separada de la religión. Consideraba que los criterios morales cristianos y los autores griegos eran algo así como unos referentes “imaginarios” poco útiles para las decisiones políticas. A partir de Maquiavelo, se tendrá que justificar la intromisión de la ética en el ámbito de la política.

Edad Moderna

Por otro lado, para Hobbes la moral debía subordinarse a la política. En su obra Leviatán consideraba que “son las exigencias  políticas las que nos convierten en sujetos morales”. Por lo tanto, las obligaciones morales estarían supeditadas a la política y las religiones e iglesias quedarían bajo la tutela del Estado. El fin último del monarca sería mantener la paz civil y la seguridad. Los criterios morales mínimos relevantes para la acción política serían: a) principio de equidad: la justicia debe ser administrada por igual a todo el pueblo, b) criterio de transparencia: las buenas leyes deben ser comprensibles, con una adecuada explicación de sus causas y motivos, y c) criterio de receptividad: el monarca no debe cerrarse a las reivindicaciones populares ni a los consejos de sus súbditos.  

Por otro lado, para Kant la política debería estar subordinada a la moral. Kant era consciente de que en la vida real las cosas no son así, sino que suele haber políticos que tratan de crearse una moralidad ad hoc favorable a sus intereses. Sin embargo, Kant propone una serie de criterios morales que deberían servir de modelo político: a) universalización: “obra de tal modo que puedas querer que tu máxima deba convertirse en ley natural, sea cualquiera el fin que te propongas”, b) criterio de publicidad: las máximas que puedan ser publicadas nos muestran que responden al interés general del pueblo y c) criterio de dignidad: “obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio”.

Fin de la Modernidad

Para Hegel carecía de sentido pensar que existe algo así como un código ético que defienda valores diferentes a los de la política, por lo que la moral habría sido superada por la política. Finalmente, Weber defendía que la política debería estas abierta a la moral. El auténtico político no debería vivir de la política, sino estar al servicio de una causa y estar dispuesto a asumir sus responsabilidades. Weber también opinaba que el político debía decir siempre la verdad y sin condiciones, sin importar las consecuencias que esta verdad pudiera producir.

Opinión personal

Desde mi punto de vista, la propuesta de Kant es la que cuenta con mayores ventajas a la hora de fijar las relaciones entre ética y política.

La perspectiva griega resulta muy interesante, pero no siempre nos es posible optar por la objeción de conciencia para no cumplir las leyes. En un mundo cada vez más complejo, con cada vez más leyes, no es posible no pagar impuestos o no escolarizar a tus hijos. Por ello debemos buscar unos referentes éticos y legales que se ajusten mejor al mundo actual.

La perspectiva cristiana medieval me parece también muy importante. Creo que puede ser totalmente válida para los cristianos de hoy en día, pero posiblemente no sea válida en todos sus aspectos para la sociedad actual, porque estamos en una sociedad fuertemente secularizada, en la que convivimos personas de muchas religiones y culturas de procedencia. Esto no sucedía en la Edad Media, por lo que era posible proponer un modelo basado en la religión. Pero hoy en día habría que buscar un modelo desligado de este componente religioso para que fuera aplicable a todos los ciudadanos. 

Durante el Renacimiento se empieza a realizar una separación entre ética y la política de la mano de Maquiavelo, entro otros autores. Esto hizo que se perdiera el referente moral de la política, y ha provocado resultados indeseados, como la  defensa de que “el fin justifica los medios”.

La posición de Hobbes supedita el mantenimiento de la paz por medio del monarca a cualquier otra cuestión, como la independencia de la práctica religiosa. Sin embargo, propone unos mínimos morales que debe tener la acción política que me resultan interesantes, y que creo que fundamentan la posición posterior de Kant.

Vincular la política a la moralidad, pero desvinculada de la religión

La necesidad de subordinar la política a la moral de Kant me parece que es un retorno a lo debería ser una acción política adecuada, pero a diferencia de los autores anteriores, se hace desde un contexto (desligado de creencias religiosas) que permite aplicarlo, con casi ninguna necesidad de ser cambiados, a la sociedad actual. De esta manera se puede conseguir una moral que influya en la política y que pueda ser considerada universal.

Por último, las aportaciones de Hegel (la moral supera a la política) y de Weber (la política debe estar abierta a la moral), desde mi punto de vista presentan más limitaciones. La postura de Hegel se basa principalmente en la consecución del desarrollo del Espíritu, por lo que el individuo pierde importancia relativa en este modelo. La postura de Weber se aproxima en algunos aspectos al modelo de Kant, pero parte del supuesto de que las convicciones y principios son relativos, por lo que no deben interesar a los políticos. Solamente la aceptación y el cálculo de responsabilidades deberían jugar un papel importante para el ejercicio de la política.   

El lector interesado en ampliar información entre las relaciones entre ética y política, también puede consultar el artículo de Isabel Victoria Lucena Cid que lleva por título Ética y Política: Algunos principios para el buen gobierno.

Publicado en Bonete, Sociedad

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