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El Leviatán de Hobbes

En esta entrada de Blog se comentan algunas ideas de «El Leviatán» de Hobbes. Según este autor, el estado de naturaleza es el de guerra de todos contra todos (Bellum omnium contra omnes), en el que el hombre es un lobo para el hombre (Homo homini lupus est).

Como vemos, se trata de una visión negativa del hombre como especie, para la que Hobbes ofrece una solución: un monarca autoritario que ponga paz entre todos.

Ideas más relevantes desarrolladas en los capítulos XIII y XIV de El Leviatán

Para Hobbes “la naturaleza ha hecho a los hombres […] iguales en sus facultades corporales y mentales”. Aunque hay hombres más fuertes y débiles, o más listos o menos inteligentes que otros, todos ellos son iguales a los demás en su esperanza en alcanzar sus fines.

Sin embargo, en el estado de naturaleza, los hombres “se esfuerzan mutuamente en destruirse o subyugarse”. En general, los hombres no disfrutan de la compañía de otros hombres si no hay entre ellos un poder capaz de imponer respeto.

Las tres causas principales de riña son:

  • Por competición: unos hombres invaden a otros por ganancia. Usan la violencia para hacerse dueños de otras personas
  • Por inseguridad: desean aumentar su seguridad y defenderse de los demás
  • Por gloria: desean mantener su reputación. Cualquier pequeñez, como una sonrisa, una palabra o una opinión distinta puede desencadenar la violencia

Por lo tanto, cuando las personas viven sin un poder común, se encuentran en estado de guerra. Una guerra “de todo hombre contra todo hombre”. De esta manera, donde no hay poder común, no hay ley.

Para evitar estos inconvenientes, los hombres deben ceder parte de su derecho natural (libertad que tiene cada hombre para usar su propio poder) y aceptar preceptos o reglas generales que le prohíban hacer aquello que es destructivo para su propia vida.

Las leyes de la naturaleza para Hobbes

Para Hobbes, las leyes de la naturaleza son:

1. Todo hombre debe esforzarse por la paz. Hay que buscar la paz, pero también tenemos que defendernos por todos los medios cuando lo necesitemos.

2. Hay que estar dispuesto a renunciar a un derecho a otra cosa en pro de la paz y de la defensa propia. Sin embargo, “un hombre no puede […] renunciar al derecho de resistirse a aquellos que le asaltan por la fuerza”. La transferencia de un derecho se llama contrato.

3. La justicia, que implica que “los hombres cumplan los pactos que han celebrado”. Para ello deberá existir algún poder que pueda obligar a las partes al cumplimiento de lo pactado.

4. La gratitud. Cuando obtengamos beneficio por la gracia de alguien que se ha esforzado debemos ser agradecidos con él.

5. La diferencia. Todo hombre debe esforzarse por acomodarse al resto de hombres. De esta manera se evitará que haya conflictos y haremos que todos los hombres “encajen” mejor en la sociedad.

6. Perdonar las ofensas pasadas de aquellos que, arrepentidos, lo desean.

7. Que en las venganzas, “los hombres no miren la magnitud del mal pasado, sino la magnitud del bien por venir”.

Según Hobbes, estas leyes deberían obligarnos en nuestro foro interno, porque si las manifestamos abiertamente, es posible que haya otras personas que no las sigan, conozcan nuestra “debilidad”, y puedan aprovecharse de ella.

Conclusión

En resumen, la idea de Hobbes se resume en que “abandono el derecho a gobernarme a mí mismo, con la condición de que tú abandones tu derecho a ello y autorices todas sus acciones de manera semejante”.

De esta manera, se generará un gran poder, llamado Leviatán, que será una especie de “Dios Mortal, a quien debemos, bajo el Dios Inmortal, nuestra paz y defensa”. Esta persona es el soberano de una nación, que puede conseguir el poder por adquisición (por medio de la fuerza natural) o por institución (por medio de acuerdos voluntarios entre hombres). 

¿Supuso un avance para la sociedad la visión del hombre de Hobbes en El Leviatán?

En algunos sentidos, su teoría puede favorecer los derechos de los seres humanos. Por ejemplo, la idea de que todos debemos ceder parte de nuestra libertad para alcanzar el bien común, o que todos los hombres son iguales por naturaleza, son aportaciones muy interesantes.

De la misma manera, establecer como leyes de la naturaleza algunas actitudes, como el perdón de las ofensas, limitar el uso de la venganza o aspirar a la justicia, son también ideas muy loables.

Por el contrario, hay algunos aspectos que considero más problemáticos en el Leviatán de Hobbes. El primero es la afirmación de que todo hombre se debe esforzar por acomodarse al resto de hombres. En esta expresión parece haber un afán uniformizador, que favorezca la paz social. Según como se lleve a cabo esta idea puede resultar beneficioso (es la idea que defiende el autor), o puede llevar a cometer injusticias por parte de la mayoría hacia la minoría.

Otra idea que puede resultar problemática es el hecho de que el poder del soberano se pueda conseguir por la fuerza. Sabemos que es así en la práctica en algunos estados, pero deberíamos aspirar siempre a formas de poder conseguidas por consenso, o como Hobbes dice, por “institución”.  

El último aspecto que destacaría es que Hobbes no aborda, como hacen autores posteriores, sobre qué deberíamos hacer si el soberano no cumple bien su cometido. ¿Debe perpetuarse en el poder o debería haber mecanismos para poder destituirlo?

Resonancias de las ideas del Leviatán de Hobbes en la actualidad

En primer lugar, los movimientos revolucionarios consideran legítimo conseguir el poder mediante la fuerza.

Los regímenes autocráticos también tienden a la perpetuación del poder de los dictadores independientemente de los resultados de su gobierno.

Por último, en nuestra sociedad hay movimientos uniformizadores, y como también los hay que destacan de manera excesiva (a mi entender) las diferencias entre unos y otros.

Posiblemente, nuestra aspiración como sociedad debería ser llegar a esos mínimos éticos comúnmente compartidos por todos (como defiende Habermas), a los que habremos llegado por consenso, y que hacen posible vivir en la diversidad pero dentro de una misma sociedad.

Publicado en Hobbes, Reseñas de libros, Sociedad, Uncategorized

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